Kolitza ( Balmaseda ).

 Nuevamente he estado vago , sobre todo para escribir pero ya es hora de juntar unas letras y crear una nueva entrada.

Esta vez toca hablar de la visita una de las 5 cumbres "especiales" existentes en Bizkaia, y son "especiales" porque eran las utilizadas para llamar a juntas generales del Señorío de Bizkaia  en Gernika mediante cuernos y hogueras dado que estas cimas son visibles desde todo el territorio.

Son lo que se conoce como los montes bocineros.

Toca madrugar porque las previsiones del tiempo dan sol y calora y mejor subir al monte con el fresquito de la mañana.

Salimos pronto de casa , cogemos el coche y nos acercamos hasta la villa de Balmaseda con la intención de acceder al barrio de Pandozales, pero como tomamos la 1ª salida ( desde Bilbao ) nos encontramos de que el camino que pretendíamos seguir está cerrado al tráfico rodado y decidimos aparcar "allí mismo" y continuar a pie ( total.. solo son 2km más a la ruta ).

Dicho y hecho. Nos preparamos ( cambio de calzado, coger las mochilas, la makila y todo eso ) y nos ponemos en marcha.

1º fallo del día... no coger la crema protectora solar  y la gorra ni "hincharnos a beber agua" para que la botella que llevamos en la mochila dure más".

De esto nos daremos cuenta más tarde.

Comenzamos a ascender por un camino asfaltado cuyas indicaciones conducen a nuestro destino.

Comenzamos el día.

Poco a poco salimos de la urbe y en los jardines de las casas que encontramos a nuestro paso vemos cosas curiosas.

Cosas curiosas que ver.

El camino cada vez más se adentra en la naturaleza y junto a nosotros aparece un castaño con sus punzantes erizos que guardan su fruto.

Castaño con sus frutos.

.

 Junto al camino aparece un arroyo que nos acompañará durante un rato.

"Arroyo sin nombre".

A la vera del camino crecen las flores...

florecillas silvestres.

Continuamos caminando y un poco más arriba vemos una decoración un poco llamativa.

Triciclo decorativo.

La zona está perfectamente señalizada y nuestro camino es fácil de seguir.

Poste informativo.

Un poco más adelante, ya en el aparcamiento de Pandozales la señalización  pierde glamour y se vuelve mas "vintage"...

Cartel "vintage".

Por fin cambiamos el asfalto por la roca y el barro.

Camino "de verdad".

Transitamos entre pinos y otros árboles , protegidos del sol mañanero por su sombra , ascendiendo poco a poco sin prisa, pero sin pausa.

Más adelante , ya en un claro del camino, podemos ver la cima que vamos a visitar, con su ermita coronándola.

Cima del kolitza.

Pero todavía queda un rato que andar.

El camino se vuelve pedregoso y "rompetobillos", pero no nos amilanamos y continuamos caminando.

Rompetobillos nivel 1.

Aquí las florecillas también nos acompañan.

Más florecillas.

La verdad es que  por ahora no es un trayecto demasiado exigente  por lo que subimos "con alegría".

Las vistas empiezan a ser más bonitas una vez que se despeja el camino.

Vistas del valle.

Donde no hay señalización... hay un hito que te marca el camino.

Hito en el camino.

Pero vamos, que por indicaciones  que no sea...

Más carteles indicadores.

Entramos otra vez en una zona boscosa , lo que se agradece porque ya empieza a calentar el sol.

El camino discurre entre pinos que nos agasajan con su sombra.

sombrita que te quiero sombra.

Nos desviamos de la pista que vamos siguiendo y comenzamos a subir "por las escaleras".

A subir escaleras.

Tras un tramo subiendo nos encontramos con una fuente , lo que nos da pie a descansar un poquito mientras sacamos unas fotos.

Fuente antes del último tramo.

Toca continuar...

A subir!!!!!

El camino se vuelve más estrechito y zizaguea por la ladera para perder inclinación.

Estamos compartiendo trayecto con el GR-123 y de vez en cuando aparecen indicaciones de este.

GR-123 o "Vuelta a Bizkaia".

Pero ya queda poco para llegar a la cima.

Las vistas hacia Cantabria son un regalo para nuestros ojos.

Aprovechamos para descansar un poco deleitándonos con las mismas.

Montes cántabros.

Nos quedan por recorrer los últimos tramos del camino.

Ya casi hemos llegado.

Un pequeño esfuerzo más y  por fin llegamos a nuestro objetivo.

Las vistas, una golosina para los ojos.

Una "mesa" nos indica los montes vistos desde esta cima, pero ceporro de mi no se me ocurre sacarle una foto.

Solo a la parte donde aparecen los montes bocineros.

Montes bocineros.

Buscamos una zona a socaire porque el viento pega con fuerza.

La encontramos en la parte trasera de la ermita, donde nos sentamos a descansar un poco.

Como la ermita está justo en la cima no hay buzón como tal que marque el punto más alto por lo que "la típica foto" la hago con el cartel indicativo de los montes ( que , la verdad, es menos intuitivo para posicionar los montes de los que en el se informa que los típicos circulares o semicirculares de otras cimas. )

Cima del Kolitza.

Decidimos bajar al refugio y la zona de picnic adyacente a recargar las pilas tortilla mediante...

Buscamos una mesa a la sombra y sacamos las viandas.

casi casi, lo mejor del día.

Una vez con la energía repuesta comenzamos el trayecto de vuelta.

Utilizamos la pista para el descenso que nos llevará nuevamente al punto de inicio.

Fin.

Que vuestros pies os lleven por  bonitos parajes.