Rocas de Zarraportillo (Sierra de Entzia, Alava).

 ¡Buenas de nuevo!

Hacia tiempo (otra vez ) que no escribía nada aquí , pero aprovechando el puente de todos los santos, el cambio de hora y que el tiempo ha acompañado un poco me he desperezado , quitado las telarañas y salido a pasear por un rincón idílico en este otoño en el que nos encontramos.

Hay que madrugar, que el destino está lejos y tras recoger a mis acompañantes nos dirigimos hacia Gasteiz-Vitoria por la AP68 para , casi llegando, tomar la A1 dirección Altsasu / Pamplona.

En Agurain-Salvatierra abandonamos dicha autovía para tomar la A-2128 hacia el puerto de Opakua y llegando a este,  pocos metros antes del cartel que lo corona, desviarnos a laizquierda y continuar unos 800m hasta una zona de aparcamiento.

Ahí dejamos el coche aparcado, nos cambiamos de calzado, cogemos la mochila y comenzamos a caminar por la bonita llanada en la que nos encontramos.

Comenzamos el día.

El día está nublado y amenaza lluvia, pero la app del móvil nos dice que tenemos una ventana de tiempo decente durante toda la mañana con temperaturas agradables y muy pocas posibilidades de agua.

Por si acaso, meto un paraguas de bolsillo en la mochila y comenzamos el paseo.

Unos pocos metros después de disfrutar de la primera alfombra de hojas encontramos una de esas cosas que a "los de ciudá" nos sorprende y agrada cuando vamos al monte.

 

Una seta en el camino, nos dijo que nuestro destino...

 

Tomamos una de las múltiples  pistas existentes viendo en el GPS que aunque no es la del track que tengo guardado de la otra vez que vine a este lugar, puede llevarnos hasta el lugar que queremos visitar en el día de hoy.

Empezamos a ver el hayedo , con su color característico otoñal , y disfrutamos del silencio que nos rodea , solo roto de vez en cuando por el tolón-tolón de los cencerros del ganado que por aquí pasta.

Otoño, precioso otoño.

Poco a poco nos sumergimos en el bosque y nuestra alfombra pasa del  verde, al marrón-ocre de las hojas caídas.

Nos adentramos en el bosque.

Cuesta seguir el camino y de vez en cuando toca mirar el GPS para verificar que vamos en la dirección correcta, pero ya que sacamos el móvil a pasear, pues aprovechamos para tirar unas fotos.

Hojas, hojas por todos lados.

Allá donde mires, ves algo bonito que fotografiar.

De vez en cunando vemos algo verde.

Transitamos con cuidado puesto que charcos, hoyos o raíces están cubiertas por el interminable manto  hojas.

 De vez en cuando, algún hito nos muestra el camino a seguir.

Nos muestran el camino.

Y seguimos disfrutando del paisaje que  nos rodea.

Se rompió...

 

Poco a poco nos vamos acercando a nuestro destino disfrutando a cada momento de la preciosidad que nos rodea.

Y llegamos...

Rocas de Zarraportillo.

 Aquí solo queda disfrutar de este maravilloso paisaje recorriendo los recovecos que las rocas han dejado.

Arco natural de Zarraportillo.

También hacemos unas fotos a los perretxikos que por bastantes sitios brotan.

 Tras la sesión de fotos toca recuperar un poco las fuerzas.

Nada como tomar una taza de café en este idílico paraje.

Que bien entra un café calentito.

Mientras tomamos el café, una inesperada visitante se pasea a nuestra vera.

Pequeñita, gris y con el hociquito largo... Y difícil de fotografiar.

Una pequeña musaraña se pasea y busca comida despreocupada mientras nosotros reponemos fuerzas  café mediante.

Poco a poco se aleja de nosotros y la perdemos de vista entre la hojarasca.

Toca recoger los termos y las tazas y tomar el camino de vuelta.

Aprovechando que ha levantado un poco el día, que hasta de vez en cuando vemos un rayo de sol, tomamos otro camino diferente para seguir disfrutando de este fantástico lugar de ensueño.

Nos ponemos en marcha para seguir el GR-282 o ruta del pastoreo.

Señalización de la ruta.

Esta ruta bordea la sierra y nos permite ver, desde muchos sitios, el valle y el bosque ubicado a nuestros pies.

Bosque de Entzia.

Este tramo de vuelta también discurre entre el precioso hayedo  que tanto hemos disfrutado hasta ahora y su camino está marcado de señales y flechas.

Marcas y señales nos guían por el buen camino.

Este tramo es "más divertido" por las pequeñas subidas-bajadas que lo componen así como por las vistas al valle o al bosque, según el momento , que podemos disfrutar.

Más perretxikos de diversos tipos aparecen ante nuestros ojos.

 

Y alguna flor tardía.

Para la amatxu.

Llegamos a la zona de las esculturas con un viento que hace que "nieven hojas".

Esculturas.

Y poco a poco bajamos hacia los refugios de la zona.

Toca seguir cualquiera de las pistas que llevan hacia el aparcamiento donde a primera hora de la mañana comenzamos la ruta.

Mientras nos cambiamos de ropa y calzado, los caballitos de la zona vienen a despedirse...

Montamos en el coche y comenzamos el camino de vuelta...

Pero antes de regresar a casa toca hacer otra parada... Descendemos el puerdo de Opakua, atravesamos el pueblo del mismo nombre para tomar la desviación a la izquierda que nos llevará hacia Arrizala y ya en el centro del pueblo ( más o menos ) giraremos a la derecha siguiendo las indicaciones para llegar al dolmen de Sorguietxe.

En el aparcamiento situado en sus cercanías aparcamos el coche y nos dirigimos al panel informativo que nos explica la historia de esta reliquia prehistórica.

Panel informativo.

Una vez leído dicho panel nos acercamos al dolmen para contemplarlo en todo su esplendor.

Dolmen de Sorginetxe.

Ya si podemos dar por concluido el día.

Toca montar en el coche y comenzar el camino de vuelta.

En el mismo nos congratulamos del precioso día que hemos podido disfrutar, máxime porque en el viaje comienza a llover, lluvia que no acompañará durante todo el trayecto de vuelta .

 Fin.

Que vuestros pies os lleven por  bonitos parajes.