Cueva de San Miguel ( Angulo ).

Un día  veraniego más que hay que aprovechar para salir a dar una vuelta y estirar las piernas.

Con el veranito que estamos teniendo ( un día llueve, otro hace malo y otro hace demasiado calor hasta para pestañear ) hay que aprovechar las oportunidades que se presentan ( que las pintan calvas ).

Por ello madrugamos un poco y salimos prontito dirección Balmaseda para , en Sodupe ,  salirnos de la autovía por la salida 16 con dirección a Gordexola.

Por la Bi-2604 ( que se convierte en la A-2606 cuando entramos en la provincia de Alava ) llegamos hasta Artziniega.

En la rotonda que nos encontramos  tomamos la A-624 dirección Trespaderne y una vez en el "centro" del pueblo , en la siguiente rotonda seguimos hacia dicho pueblo burgalés , pero por la A-2602.

Una vez tomada esta carretera no la dejamos hasta haber subido Peña Angulo.

Arriba de la misma y muy poquitos metros después de cruzar el túnel , con precaución ,  giramos a la izquierda para acceder al parking  que será el punto de partida ( y final ) de nuestra caminata de hoy.

Toca el ritual de siempre... cambio de calzado por las botas de monte y como hace fresquito ( pese a que hace sol ) toca ponerse algo de ropa de abrigo.

También toca poner en marcha la app de GPS ( para trackear el recorrido y seguir el track que nos servirá de guía ) cargar con la mochila , coger la makila y , como no , empezar a darle trabajo a la  cámara de fotos.

Parking del monte Miguel.

Nos ponemos en marcha y atravesamos el vallado siguiendo la  cerca "monte arriba" mientras nos adentramos  en el bosque.

cerca que nos hará de guía.

En los tramos donde la vegetación lo permite podemos disfrutar de las preciosas vistas al valle.

El valle de Angulo.

También de las imponentes paredes verticales, cortadas " a cuchillo" que nos rodean.

Monte de "cueva ahorcada".

A lo lejos podemos ver la cascada de San Miguel, seca por las fechas veraniegas en las que nos encontramos.

Cascada ( seca ) de San Miguel.

Transitamos por un pequeño  bosque de pinos disfrutando del sol de la mañana  con la cerca de guía a nuestra izquierda.

Bosque de pinos.

Es imposible evitar , donde la vegetación lo permite, disfrutar de las preciosas vistas del valle según vamos ganando poco a poco altura.
 

Encina de Angulo desde arriba.

Una pista de piedra recorre este lugar para que los cazadores puedan llegar a sus puestos sin demasiado esfuerzo.

Pista de piedra.

La transitamos durante un trecho antes de volver a las pequeñas sendas mas agradables que continúan bordeando la cerca que nos separa del precipicio.

Senda a seguir.

 
Vamos acercándonos a la cascada de San Miguel y la espectacularidad del paisaje sigue asombrándonos.

Acercándonos a la cascada.

Para llegar a la cascada antes debemos llegar al cauce seco del río que se precipita por ella.

Cauce seco del Río San Miguel.

Caminamos "río abajo" acercándonos al abismo.

Acercándonos a la cascada de San Miguel.

Un poquito más cerca...

Cerquita del borde.

Alargamos el brazo...

100 metros de cascada a unos pocos centímetros.

Hecha la foto de rigor... retrocedemos sobre nuestros pasos para seguir , hacia arriba , el cauce seco del río.

Seguimos  el cauce río arriba.

Una de las pequeñas cascadas del mismo nos impide seguir subiendo por el cauce por lo que buscamos el mejor camino posible ( por la derecha ) y  continuamos ascendiendo.

Volvemos a estar cubiertos por la arboleda del lugar.

Verde que te quiero verde.

Y llegamos a una pared por las que cae unas pocas gotas de agua.

chorretones en la pared.

Hemos estado siguiendo un afluente por lo que toca desandar nuestros pasos hacia el camino correcto.

Toca hacer un poco de monte a través.

Monte a través para llegar al camino "bueno".

En este trayecto nos encontramos una pequeña cueva sin mucho que ver  en su interior puesto que se colmata a los pocos metros.

Cueva "sin interés".

Una vez encontrado el camino "bueno" nos dirigimos a la cueva de San Miguel , origen del río cuando este tiene agua.

Acercándonos a la cueva de San Miguel.

Como el cauce está seco es más fácil acercarnos a la misma.

Cauce seco.

Y llegamos a la boca de la misma.

Boca de la cueva.

No podemos evitar entrar a curiosear la misma.

Como "vamos de monte" no traemos equipos para alumbrar el interior y nos tenemos que conformar con una simple linterna para ver el mismo.

Interior de la cueva.

Vista de la entrada desde el interior.

La cueva , pese a que su boca tiene buenas proporciones no es demasiado profunda ni tiene demasiado que ver por lo que no tardamos demasiado en volver al exterior.

Ahora toca seguir subiendo... Difícil cuando la "senda" que vas a seguir no aparece por ningún lado.

Avanzamos "rio abajo" buscándola pero no aparece por lo que haciendo caso al track del GPS volvemos hasta casi la boca de la cueva para comenzar a subir ( campo a través otra vez ) por el lateral derecho ( según sales de la cueva ).

En algún momento el recorrido si que parece una senda , pero "hay que imaginársela".

"imaginando" la senda.

Poco a poco vamos ganando altura y observamos el camino por el que hemos venido.

Laderas cortadas "a cuchillo".

"Leches" ,  vamos por el buen camino.

Hito guía del camino.

Decir que está en medio de la ladera y que en la misma es difícil apreciar "algo" que indique que por ahí hay tránsito de personas ( o animales ).

Media mañana... al sol... con vistas espectaculares...

El momento ideal para dar cuenta de las provisiones y descansar un poco.

Encontramos un sitio donde sentarnos en la pendiente por la que estamos transitando.

Unas florecillas nos hacen compañía mientras almorzamos.

Dedicada a amatxu.

Con "la panza llena" y las energías renovadas continuamos ascendiendo buscando la senda que nos tiene que llevar a la altiplanicie que se encuentra encima nuestro.

La zona es escarpada y hay que poner cuidado para no tener un disgusto.

Zona escarpada del camino.

Pero lo superemos sin demasiadas dificultades y llegamos a un lapiaz donde otro hito nos indica que vamos por el buen camino.

Hito en el camino.

Nuevamente nos paramos a contemplar  las vistas que nos rodean.

El arbol solitario.

Poco a poco seguimos subiendo buscando el portillo del  Abate , que será el punto más lejano y donde nos daremos  la vuelta.

Lo encontramos , o eso creemos porque "de aquí para adelante" cualquiera sube desde el valle por las escarpadas paredes.

Portillo del abate.

Retrocedemos un poco sobre nuestros pasos  para encontrar de nuevo el lapiaz y el bosque de robles que lo pueblan.

lapiaz superior y bosque de robles.

A ratos toca adentrarnos en el bosque para encontrar el camino de regreso al coche.

Adentrándonos en el bosque.

Superada esta zona llegamos a la lobera de San Miguel , una vieja construcción en piedra  con forma de embudo que los antiguos pobladores de estas zonas utilizaban para dar caza y muerte a dichos animales.

Pared de la lobera de San Miguel.

Foso de la lobera.

No nos queda más que seguir la pista de roca que desciende para llegar al  final de nuestro trayecto.

Pista de descenso.

Nuevamente disfrutamos de las vistas de la zona por la que pasamos hace un rato ya.

Ladera por la que subimos anteriormente.

Toca atravesar otro pequeño bosque cuya sombra agradecemos, que ha empezado a apretar el sol.

Sombrita "rica" por la que transitar.

Miramos atrás...

vista atrás de recuerdo.

Desde este punto , a lo lejos , vemos algunos conocidos.

 El Eretza , que visitamos hace un tiempo.

Eretza ( 884 metros )

El Pico la cruz , Gasteran  y "compañía".

Pico la cruz, Gasteran  compañía.

Pico Mayor , pico Menor , Peña Pastores...

Peña Pastores, pico Mayor, Pico menor...

En el descenso nos encontramos con otro árbol solitario... esta vez con peor aspecto que parece el típico de las películas del oeste donde cuelgan al amigo del "prota".

El arbol del ahorcado.

Poquito nos queda ya para llegar al aparcamiento... solo atravesar el pinar y superar la verja.

Pinar junto al aparcamiento.

Sacamos una foto al cartel que nos informa de los lugares interesantes de esta zona verde.

Cartel informativo.

Y llegamos al coche.

 Han sido solo unos 7 kilómetros por el monte , pero ha sido una bonita visita a esta zona burgalesa.

Toca echar un trago de agua , cambiarse el calzado , guardar los bártulos en el maletero y comenzar el regreso a casa.

Atravesado el túnel ( bajando )  existe un pequeño sitio donde parar el coche y tomar las últimas fotografías del lugar que acabamos de disfrutar.

Cascada de San Miguel.

Nos montamos en el coche y continuamos el regreso a casa.

Fin.

Que vuestros pies os lleven por  bonitos parajes.